A pesar de que con el horno de gas se vuelve un poco más complejo graduar las temperaturas, una vez que conoces tu maquinaria ¡será pan comido! Cuando empieces a trabajar con los ingredientes, siempre precalienta el equipo a unos 260ºC aproximadamente; cuando alcance esta temperatura, trata de mantenerla y baja a 200°C. Yasi tendras una pizza crocante,
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